Si no conoces aún su nombre apúntalo bien grande: Akasha Kid. Si por el contrario has escuchado temas como ‘Si me miras’, posiblemente el flechazo sea ya irreversible. Tan solo una escucha a alguna de sus canciones es suficiente para que se quede con un cachito de tí, para inyectarte una buena dosis de interés hacia su persona. Sentimental y súper ambiciosa, en ocasiones ‘a niveles que hacen daño’, a Akasha la define sobre todo la versatilidad de la que hace gala cada vez que se enfrenta a una canción. Dice que la pena le sacia y que gracias a la música desde años en vez de llorar canta. Precisamente esa necesidad de sacar lo que lleva dentro es la que le ha llevado a hacer de la música su modo de vida.

Fotografía: @albertosanchezmena

A sus 19 años Akasha puede presumir, junto a su amiga Aleesha, de ser una de las artistas con más proyección de la escena. Pese a la presión que ello conlleva a Akasha no le asustan los retos, es más, jamás ha sentido a la música como tal. «No me tomo la música como un reto. No digo ‘voy a hacer esto porque no lo ha hecho nadie antes’, dejo que todo fluya. Tuve un parón el verano pasado en el que no saqué música, y volví a finales de año con ‘Si me miras’, un tema que no tiene nada que ver con de ‘The youngest’, por ejemplo. No es que lo haga aposta lo de buscar nuevos sonidos. Yo a la hora de trabajar con un productor no le digo lo que quiero, le pregunto qué le apetece hacer y le digo lo que me apetece a mí, probamos ambas cosas y nos quedamos con lo que nos gusta. Por lo general si a mí un productor que no hace R&B me dice que quiere hacer dancehall y me gusta me lo hago. No suelo verlo como un reto aunque ahora que me haces pensar sobre esto tengo un proyecto más grande, una especie de mixtape/álbum, que si que está siendo para mí un retazo porque hay muchas cosas que quiero meter y no sé donde ponerlas».

 

MÚSICA COMO FORMA DE VIDA, COMO VÍA DE LIBERACIÓN PERSONAL

Akasha empezó a descubrir la música urbana de España en 2013 con artistas tan consagrados a día de hoy como C. Tangana. Una época en la que, tal y como nos comenta, era muy difícil contactar y conocer a los artistas. Aún así la relación que emprendió con algunos de ellos le hizo plantearse comenzar su andadura en terreno musical, algo que le ayudó en una época bastante compleja. «Era la época de la adolescencia, que aun la estoy superando por así decirlo. En esa época uno tiene un montón de preguntas en su cabeza para las que no halla respuestas, tienes que vivir muchas cosas para dar con ellas. Hacer música me sirvió para calmar un montón de cosas que me inquietaban, que tenía rondando por mi cabeza, me ayudó a soltarlas fuera. Sentía la necesidad de contar lo que me pasaba al moverme de un sitio a otro, al cambiar de cultura totalmente«. Un cambio que tuvo que afrontar en diferentes momentos de su vida con motivo del trabajo de su padre. Nacida en Argentina, Akasha ha vivido en numerosos países hasta establecerse finalmente en España. Un hecho que le provocaba un cambio de vida cada vez que se mudaba y absorber una gran influencia de cada país, algo que, como no podía ser de otro modo, se deja caer en su música. «Además del vocabulario a la hora de la pronunciación tengo una rayada increíble porque me lío al hablar. Yo con mis padres hablo como en Argentina, con mis amigos de Honduras como se habla allí, aquí como se habla aquí… No lo puedo evitar, es como un chip que se me cambia. Pero en la música a la hora de expresarme intento rebuscar todo un poco más. Ahí influye mucho el tema de la edad. Yo siempre me he juntado con gente más mayor que yo, y me ha influenciado mucho esa gente. Yo antes era de escuchar más la música en general, me molaban las letras pero me centraba más en la música y ahora estoy pendiente absolutamente de todo. El hecho de juntarme con gente más mayor hacía que yo intentara parecer también más mayor, y para eso tenía que fijarme en muchas cosas».

«El hecho de estar saltando emocionalmente de grupo en grupo porque no encajas en ningún sitio es lo que me ha hecho sufrir más. Mis mayores limitaciones han sido el dinero y la soledad»

Pese a que ahora reside en Madrid, el primer contacto de Akasha con España fue en Málaga, una ciudad que no se lo puso nada fácil a una joven que iba con la idea fija de luchar por el que pronto se convirtió en uno de sus mayores sueños. «Yo empecé a hacer música en un pueblo de Málaga y allí nunca se aceptó eso. Allí todo el mundo tenía la mentalidad de que para poder llegar lejos hay que estudiar una carrera. Yo era la rarita que quería hacer música. Las críticas al final van y vienen así que fuck it». Pese a las dificultades encontradas por el camino Akasha ha contado siempre con el apoyo de sus padres. Le dijeron que si quería hacer música tendría que valerse por sí misma. Y ella, buscando su sueño, puso rumbo a Madrid donde asegura tener un trabajo precario, que no le gusta, pero al que tiene que dar las gracias porque de no ser por él no podría hacer lo que está haciendo a día de hoy. «Con un trabajo no te da para pagarte tu vida y la música. La supervivencia es el sufrimiento de haberte ido fuera y estar haciendo algo que en un principio no te genera dinero, es como que solo pierdes, hay que invertir en el proyecto. Además he tenido que lidiar con la soledad de estar aquí. Nunca he tenido amigos de toda la vida pero he llegado a sitios y nunca he tenido problema para hacer grupo con alguien. En Madrid me ha pasado que he conocido gente de muchos tipos y he estado en sitios en los que pensaba que encajaba pero luego no. Y el hecho de estar saltando emocionalmente de grupo en grupo porque no encajas en ningún sitio es lo que me ha hecho sufrir más. Mis mayores limitaciones han sido el dinero y la soledad».

Fotografía: @albertosanchezmena

Akasha no duda en afirmar que hay cosas que ha vivido demasiado rápido, sintiéndose en ocasiones bastante lejos de la vida que lleva normalmente la gente de su edad. «Algo que he tenido muy claro desde siempre y que en parte agradezco pero en parte creo que me hace sufrir un poco es que a mí desde chica me han enseñado que hay dos tipos de cosas, las que llegan solas y las que no. Yo siempre he intentado centrarme mucho en las que no. Por ejemplo, desde el momento en que decidí que quería hacer música, hacer de ésto mi proyecto de vida, me centré únicamente en esto y me quité de otras cosas que llegan solas. Yo en mi vida he tenido una relación seria con nadie, nunca he tenido amigos de verdad porque he ido cambiado de países. Yo he dejado los estudios porque quería dedicarme a la música. En parte esas cosas de vida normal que tú tienes a cierta edad no las he tenido. Ahora mismo todas mis amigas de Málaga están en la universidad, tienen novio, y yo como que no tengo ni puta idea de lo que es tener una relación con nadie. Yo me he independizado con mi edad y mis amigas en cambio no se ven teniendo un trabajo, sin que las ayuden sus padres, cocinando… Es como que esas cosas las he tenido que hacer un poco a la fuerza por el hecho de irme. Pero luego hay otras cosas súper importantes en la vida y que todo el mundo las vive a esa edad que yo no las he vivido todavía. He tenido que crecer antes que otras personas en un montón de puntos pero también hay otros en los que flaqueo mucho«.

 

DANDO PALIQUE, RECIBIENDO RESPETO

Una de las cosas que llama la atención de Akasha es la variedad y la calidad de los productores de los que se rodea. Un hecho que no es baladí, la artista elige a cada uno de los productores con los que trabaja de forma minuciosa, consciente de que parte del éxito de un tema radica también en ellos. «A nivel artístico soy un poco selectiva. No me vale con que sea un beat normalito, siempre intento darle una vuelta a todo. Todos los beats sobre los que he trabajado han empezado siendo una cosa y han acabado siendo algo totalmente diferente de darle tantas vueltas. No se si es bueno, a veces ser tan selectiva es malo. Suelo tener bastante claro lo que me puede aportar cada productor. En mi anterior mixtape están Royce Rolo, Skyhook… Quería hacer música con ellos porque me molaba lo que estaban haciendo y sabía que encima de lo que tuvieran podría hacer las cosas bien. Danni Ble, con el que trabajé en ‘The Youngest’ es también un muy buen productor porque saber plasmar en un beat lo que yo quiero. Es muy difícil conectar con alguien así, me ha pasado de contactar con otros productores con los que quería trabajar y que no haya salido al final nada porque no había conexión. Esto tiene que ver mucho con la conexión artística que tengas con la otra persona.»

«Aquí hubo una época en la que todo el mundo se dio cuenta de que con la polémica conseguías más y todo el mundo hacía polémica con tonterías, llegó un punto en el que parecía que todos los artistas eramos idiotas por el tipo de polémicas que armaba esta peña. Si nos fijamos solamente en lo importante, que es la música, yo creo que hay artistas buenísimos haciendo cosas buenísimas en todos los sentidos»

Un feedback que es mutuo. Cruz Cafuné y otros grandes nombres han puesto rápidamente su mirada sobre ella, algo que Akasha achaca al palique que les dá. «Sinceramente, no te voy a mentir, creo que ven en mí el palique que doy cuando hablo. Yo cuando conozco a un artista primero quiero que conozcan a Constanza y luego les enseño a Akasha. En un principio han sido todos colegas. En el punto en el que estoy, en el que tampoco tengo mucha repercusión, nunca sabes que sensación va a tener esa persona si tú de primeras vas y le dices ‘ay, pues yo hago música. Yo tengo amigos que hacen música y se como se han sentido en ciertas ocasiones, por lo que intento no poner a la peña que hace música en esa situación. Es muy importante el palique que le des a la persona, si no transmites que crees en tu proyecto los demás no lo van a notar. Puede ser que haya gente que sea tan buena y haga las cosas tan increíble que no haga falta ni que de entrevistas, pero yo sé que a estas alturas estoy tan segura de mi proyecto que me hace falta contarle a la peña lo que yo quiero, a lo que estoy dispuesta. Si se nota que tú estás para currar seriamente la gente te va a seguir. Influye mucho que guste o no lo que hagas, pero creo que es importante el palique«.

 

UNA JOVEN SENTIMENTAL Y SELECTIVA

Si hay algo de lo que no cabe duda es de que Akasha es una tía extremadamente sentimental, algo que nos confirma ella misma. «Soy muy sentimental. Hace poco ví un documental de Chavela Vargas, a la que adoro. Ella era homosexual. En su día a día todo el mundo lo sabía pero ella nunca lo había dicho, y a la hora de subirse a un escenario ella cantaba temas dedicándoselos a chicas, hablando en femenino. En el documental le preguntaban por qué nunca lo había dicho y ella contesta que porque estaba muy mal visto, que en la sociedad en la que estaba no se veía. Y luego dice que cuando tú te subes al escenario ahí puedes ser quien tú quieras. Da igual lo que digas, nadie te va a decir nada porque estás encima del escenario. Y sinceramente es lo que me pasa a mí en mi día a día. Ahora mismo que me he independizado es como que pienso ‘tienes que ser fuerte’, ‘te pasa esto, no puedes llorar como cuando eras pequeñita’. Pero a la hora de hacer música es todo el rato una pelea. La música me libera, ahí no me importa nada. La música me da la facilidad de poder literalmente sacar todo lo que tengo dentro, todo lo que me hace sufrir o lo que me hace feliz y que no puedo decir con palabras. No puedo de repente ir a alguien que odio y decirle a la cara oye, te odio’ porque no está bien, pero si me hago un tema y le digo que le odio pues ya lo he sacado. Soy muy sentimental, no lo puedo evitar«.

Dentro de esa nueva oleada de artistas que han dado un poco de esperanza a una escena urbana que estuvo demasiados años estancada, Akasha considera que el momento que está viviendo la música actualmente es cuanto menos esperanzador, aunque evidentemente con puntos que mejorar. «Ahora están todas las escenas a tope. Años atrás todo el mundo estaba diciendo que la escena española es una mierda, que hay basura, cuando yo no pienso eso en absoluto. Cuando alguien me hace un comentario así pero esa persona me dice que le gusta mi música le digo ‘pues que sepas que mi inspiración es toda esa peña que no te gusta’. El público de España no termina de valorar a los artistas que hay aquí. La escena española está muy guay, mola, pero se tiene que valorar, y no solo diciendo que mola, sino invirtiendo dinero y poniendo a gente que sabe. Hay mucha gente que sabe muchísimo de toda la escena, tienen que poner a esa gente a ayudar a los artistas, que haya un poco de renovación en ese sentido. Yo creo que eso limita bastante. Si tú firmas con alguien y te ponen de A&R a alguien que no tiene ni idea de tu proyecto la cosa no va a salir bien o va a ir mucho más lenta, cuando hay gente fuera que podría ayudar a los artistas a crecer más. Se necesita más apoyo. Aquí hubo una época en la que todo el mundo se dio cuenta de que con la polémica conseguías más y todo el mundo hacía polémica con tonterías, llegó un punto en el que parecía que todos los artistas éramos idiotas por el tipo de polémicas que armaba esta peña. Si nos fijamos solamente en lo importante, que es la música, yo creo que hay artistas buenísimos haciendo cosas buenísimas en todos los sentidos. Yo creo que irá creciendo más».

 

CON UNA CARRERA DE FONDO POR DELANTE

Cargada de planes de futuro Akasha asegura que en multitud de ocasiones piensa que va fatal y se frustra, algo que achaca en gran medida a las necesidades con las que ha crecido la gente de su generación. «Eso tiene mucho que ver con la edad que tengo y el siglo en el que estoy. En mi generación Z todos tenemos la ley de la ansiedad y la impaciencia, queremos todo para ya cuando realmente las cosas toman muchísimo tiempo. He de decir que a pesar de llevar 4 años haciendo música me han pasado cosas increíbles, he hecho cosas que sé que hay gente que lleva más años y todavía no ha pasado por ellas, tengo que estar súper agradecida por eso. Si eso ha pasado en este tiempo realmente yo me veo capaz de llegar a donde quiero en muy poco tiempo. No querría decirte ni los años en los que lo veo porque siempre existe el miedo de que algo no ocurra. Pero yo desde el primer momento he apostado a lo máximo que había. No se como va a salir la cosa pero creo que la única fórmula existente es currar mucho y crecer, hacer las cosas mejor no solo en cantidad sino en calidad«.

Fotografía: @albertosanchezmena

Precisamente cantidad y calidad han sido sus máximas apuestas en su reciente último single. Bajo el título ‘Solo dinero’ y con producción de Tunvao, al que le presentó Alizzz, Akasha nos pone frente a un tema donde sentimiento, dinero y tristeza se dan la mano. «Soy muy overthinking y me da un poco de vértigo pensar como puede cambiar tu vida cuando lo de la música va bien. Tengo amigos que hacen música, he visto su vida, muchas cosas, y algunas dan un poco de miedo. Este tema va un poco de eso, la peli que me monto yo en mi cabeza de ¿qué pasaría si llego de verdad a la cima?. Yo hago música para sanarme un poco y tengo mi música y tengo todo pero aun así a veces estoy triste por algo. En este tema eso lo hemos resuelto con el amor. El tema va de tener dinero, que está todo bien y está todo el mundo tratando de convencerte de que es lo normal, que estás ocupado y feliz y no pasa nada, cuando realmente estás solo, te das cuenta de que realmente eso no sirve de nada si no tienes a quien quieres al lado«.

Tras haber teloneado a 070Shake en Barcelona, los planes de futuro de Akasha la llevan a una fecha marcada a fuego en su calendario. Este 2020 la artista formará parte del cartel del Primavera Sound. «Este año solo he dado dos bolos, en uno de ellos teloneaba y yo creo que casi nadie sabía que iba a ir. Después de eso tuve bastante impacto, en general tuve más oyentes, mucha gente empezó a seguirme. Si eso que era un bolo pequeño en una sala me ha aportado bastante no me quiero imaginar lo que puede generar un festival en el que te ve tanta gente. Vamos a armar una performance que no he hecho nunca antes porque es ya algo serio. Está todo más planeadito. Independientemente de dar un buen show, yo lo que siempre intento es transmitir. Me acuerdo que en el primer bolo que dí en mi vida me pidieron un tema más y yo no tenía más beats y dije, pues me la canto a capella. En verdad mi intención es otra, me encanta hacer bailar a la gente, pero transmitir para mí es lo más importante. Cuando a mí un tema me transmite es cuando yo me vuelvo loca, entonces imagínate si yo genero eso en la gente«. No hace falta imaginar, Akasha, lo de transmitir es solo cuestión de dar al play a tu música. La base es sólida y la trayectoria, esperemos, bien larga. Nos vemos por el camino.