Hace ya más de dos años que The CW se embarcó en este universo televisivo superheroico en el que las identidades secretas parecen importar bien poco. Después de la longeva Smallville, en 2012 la cadena verde decidió seguir apostando por personajes de DC Comics llevando a Green Arrow a la pequeña pantalla, con tan buena acogida que dos años después llegaba también The Flash con su propia serie. Obras independientes pero conectadas, con referencias cruzadas y crossovers incluidos. Sabemos que este universo podría expandirse en el futuro con otras series como Supergirl (cuyo piloto ya se ha rodado y está a la espera de ser seleccionado por CBS) o ese proyecto de spin-off en la propia CW que contará con personajes aparecidos en The Flash y Arrow, pero en este artículo nos centraremos en la deriva de las dos que se encuentran actualmente en emisión. Hablamos de Flecha Verde y del Corredor Escarlata.

Empezando por la más veterana, por la oscuridad de Oliver Queen, tenemos a nuestro vigilante favorito a pocos episodios de conocer el final de su tercera temporada. Debo decir que después del buen nivel demostrado durante el segundo año, el presente me ha supuesto una pequeña decepción. Si bien creo que empezó fuerte, con varios acontecimientos importantes, poco a poco se ha ido desinflando y dejando de generar ese interés que venía despertando. El gran villano que se presumía para esta temporada no está apareciendo demasiado y pienso que no se termina de aprovechar el juego que podría dar en Starling City. Además de esto, la temática de los flashbacks (casi siempre presentes en la estructura de la serie para conocer detalles del pasado y sustentar situaciones actuales) me resulta muy aburrida en contraposición a las de temporadas anteriores, que en ocasiones eran incluso más interesantes que la línea argumental principal. En los últimos episodios emitidos sí que hemos visto por fin un salto que nos invita a ser optimistas con respecto a la recta final, así que espero expectante lo que nos tienen preparado.

En Central City, en cambio, podría decir que brilla el sol. Esta temporada de The Flash me viene gustando más que la de Arrow, tal vez por esas expectativas truncadas con el arquero. Es una serie mucho más simpática, fresca y divertida, donde el protagonista Barry Allen encaja muy bien siendo el típico héroe buenazo e inocente. Para mí ha sido una sorpresa el trabajo de este joven actor al que no conocía, siendo seguramente su interpretación lo mejor de la serie ahora mismo. Como norma general los episodios son entretenidos y los secundarios principales funcionan bien en ese equipo que tan rápido se ha formado. Lo que me gusta menos es esa ida y vuelta constante en la trama romántica, pero entiendo que algo se debe mantener debido al canal en que se emite… aunque espero que ocurra igual que en Arrow y en la segunda temporada dejen un poco de lado ese aspecto y exploren otros caminos. Veremos con qué nos sorprenden en los seis episodios que restan y cómo quedan las cosas de cara a la próxima temporada.

Estamos hablando de dos series ligeras que están lejos de las grandes obras de la historia de la televisión, pero pueden ser perfectamente disfrutadas por los fans del género. Ambas han sido renovadas por The CW, por lo que en otoño volverán estos héroes a la televisión con nuevas energías para seguir construyendo sus caminos y encerrando criminales. ¡Esperamos el próximo crossover!