Si hay algo valioso en el mundo de la música es dar con ese tipo de artistas que, a través de sus obras, te hacen ver que eres libre de ser y de sentir. Y ese es precisamente el caso de Maka, un granadino humilde y trabajador que ha hecho de su afán de superación su seña de identidad. A sus 33 años la vida le ha dejado ya huellas importantes, y es precisamente esa intensidad con la que le ha tocado vivir la que le hace afirmar que en ocasiones se siente viejo.

Su vida es, según el propio Maka cuenta, la montaña rusa más grande del mundo. Y entre subidas y bajadas, el artista ha encontrado en la música su refugio de salvación. Convencido de que ha triunfado en la música por cabezón, Maka no se cansa a diario de dar las gracias por haber llegado a ser lo que quiere ser, estar en el momento que quiere estar y haciendo la música que quiere hacer. ¿Qué más se puede pedir?

Fotografía: @jmzerr

Bajo una potente mirada Maka nos recibe con una sonrisa, un buen símil de cómo suele enfrentarse siempre a la vida. Afirma que si no hubiera creído en sí mismo no estaría ahora mismo aquí y, pese a que el arte corre por sus venas, confiesa que no le gusta que le denominen artista ni músico, quizá dentro de esa necesidad imperiosa de poner nombre a las cosas podría definirse como cantautor. «Yo me considero una persona normal a la que le toca buscarse la vida en la música. Una persona muy sencilla que canta y escribe y con la que la gente se siente identificada. Llamarte artista es como algo superlativo«.

«Esta música está llegando a todas las edades, y yo creo que es por el fondo que tiene de sentimiento, de valores. Quizá por eso la gente está a saco con mis temas antiguos, porque son temas que trascienden»

Le guste o no el termino artista, lo que es innegable es que Maka ha sabido posicionarse en el mundo musical y lo ha hecho arriesgando, siendo él mismo. Algunos de sus videos acumulan más de 40 millones de visitas, lo que certifica la gran conexión que ha tenido con la gente. Una hazaña difícil de conseguir en tiempos de sobresaturación musical. «Creo que he llenado un hueco que había. En la música urbana actualmente no se cuida mucho la letra, no se transmite con lo que se canta. Suelen ser temas lineales, para bailar, que se digieran fácil. A día de hoy se maduran menos los trabajos. Yo he apostado por que mi música tenga una historia, sentimiento, quiero que transmita. A mis conciertos van abuelas, madres, niños… Esta música está llegando a todas las edades, y yo creo que es por el fondo que tiene de sentimiento, de valores. Quizá por eso la gente está a saco con mis temas antiguos, porque son temas que trascienden y no se quedan ahí, forman ya parte de la vida de las personas».

 

ECHANDO FANTASÍA A UNA VIDA EN LA QUE LA MÚSICA SE HA VUELTO UNA NECESIDAD

Puro amante de lo que hace Maka no duda en afirmar que si le quitaran la música «moriría de hambre, no se hacer otra cosa. De hecho mi punto de inflexión para dedicarme a la música fue pasar hambre, porque no valía para más ni me sentía bien en ningún sitio. En ese momento cambió todo, supe que tenía que ponerme en serio con ello. La música ha sido un salvavidas para mí. Igual que creo que estaba predestinado a acabar en prisión por lo que estaba viviendo de joven, también creo que estaba predestinado a hacer algo grande con la música. Sabía que era lo mío porque llegaba y cantaba para cuatro o cinco personas y les cambiaba ese momento, les transportaba«.

Considera que sus fantasías le han llevado a cumplir su sueño en el mundo de la música, y es que según Maka a la vida hay que echarle siempre un poco de imaginación. Eso y perfeccionar cada día la técnica de vivir con el objetivo de ser cada vez más felices. «El mayor arte de la vida es saber vivirla. Tú puedes bailar, saber cantar, trabajar, pero tienes que saber como llevar todo eso a cabo y como vivir para ser feliz. Vivir es un arte más, y según el arte que tengas te puede ir mejor o peor. Yo digo muchas veces eso de ‘feliz con la vida aunque a veces duela’. Creo que el mensaje es ese, hay que torear a la vida, saber manejarla para encontrar la felicidad, porque uno busca siempre ser feliz».

«El mayor arte de la vida es saber vivirla. Hay que torear a la vida, saber manejarla para encontrar la felicidad, porque uno busca siempre ser feliz»

Y si hay algo necesario en la vida es el amor, un tema que Maka trata en su último single, ‘Vida’, desde un lado muy esperanzador. «A mí un tipo de amor me quitó la vida y dejé hasta de creer en las personas, que eso suele pasar cuando te joden demasiado en una relación tóxica, y es curioso porque luego otra persona te puede cambiar la vida por completo y llenarte de luz y de vida. La ilusión de cambiar la vida, encontrar una pieza que te falta, eso es el amor». Un amor que, según Maka, en los tiempos que corren cada vez tiene mas complicado perdurar en el tiempo. «El amor puede ser para toda la vida o tener fecha de caducidad. Es muy difícil encontrar el amor para toda la vida. Hoy no se aguantan cosas que aguantaban nuestros padres, nuestros abuelos. Y creo que es un paso adelante, tanto para la libertad del hombre como para la de la mujer«.

Y mientras rompe una lanza a favor del amor libre, Maka no duda en mostrar todo el rechazo que le producen otros elementos más controvertidos como el dinero. «El dinero es uno de los mayores problemas que tenemos, yo creo que es el demonio. Metería fuego a todo el dinero que hay en el planeta tierra. La gente debería tener el mínimo para sobrevivir, porque si ocurriese eso no estaría la gente muriéndose en el estrecho o trabajando casi gratis. No habría ni tantas muertes ni tanta sangre. Muchas veces el dinero te hace ensuciarte porque te ves en situaciones malas y prefieres sacarlo de manera ilícita, buscarte la vida malamente. En uno de los temas que va a salir próximamente hablo de la libertad de las personas, de la emigración, de esa gente que se juega la vida por un futuro mejor que al final no resulta ser así y por el que acaba destruyéndose una familia entera. Somos esclavos de todo, y alrededor de todo está el dinero«.

 

LUCHADOR INCANSABLE FRENTE A LA ADVERSIDAD

La vida de Maka no ha sido un camino fácil, sin embargo ha sabido dar la vuelta a sus adversidades y sacar de ellas el lado positivo. «Vivía al minuto como la película del Torete hasta que acabé preso. Y allí ya dije  hasta aquí he llegado. Fue uno de los grandes puntos de inflexión en mi vida. En la cárcel crecí como persona y como artista, porque uno tiene mucho tiempo libre. Es verdad que para algunos es contraproducente porque con tanto tiempo sin hacer nada la gente se vuelve loca y no quiere pensar en nada sino en tomar pastillas para que el tiempo pase rápido. Cuando yo llegué allí pensaba: ¿Qué hago? O voy a peor o tengo que cambiar mi vida. Así que empecé a leer libros y a hacer cosas que nunca había querido hacer. Hoy gracias a Dios soy quien quiero ser, se hacia donde voy, estoy agusto conmigo mismo». Algo que ha conseguido a través de la reflexión y en gran medida perdonándose a sí mismo, la única manera de seguir adelante sin cargar con la cruz. «Lo más importante después de hacer algo mal es que tu conciencia te diga que lo has hecho mal, sentirlo como tal y cambiarlo. Hay que desprenderse de esas cosas y ser feliz. Si tuviéramos que cargar con todo lo que hacemos mal desde niños no podríamos seguir adelante. Yo ya lo he pagado, tengo mi conciencia, he pedido perdón mil veces y si tengo que pedir un millón más lo pediré. Es como una herida que tenía abierta que ya no existe, que ha sanado. Ahora toca seguir adelante«.

«Yo hace años que no lloro, y me veo en situaciones muy chungas. No sé llorar, no puedo. Incluso a veces no he reído por no sentirme mal, me sentía con culpa»

Algunos de los temas de Maka hablan de recuerdos, de cómo muchos de éstos pueden dejarnos una huella imborrable en la vida, algo que como a cualquier ser humano al artista le ha tocado vivir en sus propias carnes. «Hay recuerdos que marcan la vida para siempre, marcan tu modo de vivir. Aunque seas feliz no puedes serlo ya al 100% porque hay cosas que te han dejado huella. Yo vi a mi madre sufrir durante muchos años por una enfermedad que no tenía cura. Ver como quería morir, verla irse… Ver a mi madre sufrir desde pequeño para mí fue muy traumático, siempre se te queda el dolor de que tu madre ha sufrido. Muchas noches recuerdas, eso no se te quita nunca. Y quizá sea por esto por lo que a veces me siento como una piedra. Veo cosas y las veo como algo normal porque he vivido cosas muy feas, y en realidad no debería sentir eso. Yo hace años que no lloro, y me veo en situaciones muy chungas. No se llorar, no puedo. Mi mujer no me ha visto nunca llorar y llevo once años con ella. Te vuelves insensible. Incluso a veces no he reído por no sentirme mal, me sentía con culpa. La conciencia, es raro. Muchas veces es verdad que puede que haya necesitado un psicólogo, a pesar de no haberlo visitado nunca. Todo el mundo necesitaríamos un psicólogo en alguna ocasión a lo largo de la vida«.

EL HOMBRE DE LOS MIL ESTILOS, AIRE NUEVO EN LA FUSIÓN

En alguna ocasión Maka ha dicho que más que cantante se le podría denominar como ventrílocuo, algo que tiene mucha relación con esa unión de géneros que tanto le gusta hacer y que tan bien se le da. «En muchos temas míos no hace falta que colabore con nadie porque hay varios estilos diferentes de cante: reggaetón con una voz, el estribillo con otra voz más flamenca, cantando rap o lo que sea. Es como si hubiera varios tíos cantando en un tema. Eso me define mucho a mí, los diferentes tipo de cantar. A mí me gusta meterlo todo en los temas«. Una fusión que es sin duda su mayor seña de identidad. Siempre renegó de lo habitual y posiblemente ese inconformismo con lo establecido ha sido el que le ha llevado tan lejos. «Cuando nació el reggaetón, que era una locura, la gente me decía que si me creía latino, con el rap que si me creía americano. Mi música ha ido mutando siempre, y al separarme de hacer conciertos con el Chino fue cuando dije: tengo que tirar de mis raíces. En el disco de ‘Dvende’ hice eso, unir mi raíz con todo lo demás, dando más importancia a esa raíz flamenca. Y de ahí nació un disco con bachata, reggaetón, ritmos antiguos de rap…».

Maka no es el primero que mezcla el flamenco con otros géneros, tal y como él cuenta grupos como La Barbería del Sur, Ketama o Enrique Morente lo hicieron en su día con el pop o el rock, sin embargo nadie hasta el momento se había atrevido a hacer lo propio con ritmos más actuales. «En otros tiempos estaba Haze, que ha sido uno de los grandes sacrificados, Payo Malo mezclaba también, y era muy querido por la gente del rap. Yo soy lo que haría un rapero pero en flamenco. Me he metido en lo que nadie se atrevería. Nadie que sepa cantar y que tenga quejío se atreve ni quiere hacerlo en esos ritmos, siempre buscan la típica batería. No tienen la visión de hacerlo americano o más latino como yo, creo que eso es lo que me diferencia a mí. Giros de voz y cosas que no puede hacer cualquier persona, tienes que saber y entender los dos mundos para que eso quede unido«.

«Fusión es hacer lo que te nace con la música que vives, sin ningún prejuicio. Antes en la música todo era blanco o negro, no había cojones a salir de ahí. Hoy hay un abanico enorme de colores. El trap ha hecho mucho bien en España»

Una hazaña que se presenta bastante compleja en un momento en el que la fusión de ciertos géneros musicales se sigue mirando con lupa. «Todo lo que esté hecho desde una base de respeto es válido. La música no tiene dueño. Estamos en 2019, nuestro modo de vivir es diferente y la música se va adaptando a nuestra manera de vivir. No podemos hacernos los puros ahora. El flamenco se debe respetar, como sus palos. Hay gente que ya canta eso y que se va a dedicar a que el flamenco siga vivo. La pureza que la defienda quien la tenga que defender y a quien le guste, que son los amantes del flamenco. Yo eso lo voy a respetar toda mi vida porque mi abuelo era cantaor, yo vengo de un sitio en el que el flamenco es flamenco y por supuesto que me gusta escucharlo de esa manera. Pero está el flamenco en ese lado y a otro lado la fusión, todo lo que la gente quiera. Nosotros estamos hablando de fusionar, y la fusión no tiene dueño. Fusión es hacer lo que te nace con la música que vives, sin ningún prejuicio. Antes en la música todo era blanco o negro, no había cojones a salir de ahí. Hoy hay un abanico enorme de colores. Hay que dar las gracias de que esto sea así al trap y al reggaeton. El trap ha hecho mucho bien en España, ha abierto mucho público. Hay muy buenas propuestas, se ha mejorado en video, en todo. Y no solo te quedas en la música, hoy se cuida hasta el tema de la moda. Las grandes marcas apuestan por nosotros. Esas cosas eran impensables antes».

 

CON LA MIRADA PUESTA EN EL FUTURO

Fotografía: @jmzerr

De cara al futuro Maka tiene la mirada puesta en un recopilatorio que traerá además de temas ya presentados algunos inéditos y que llevará por nombre ‘Bendiciones’. «Saldrá en diciembre. Con ese título quiero dar las gracias por las bendiciones que nos brinda la vida, las oportunidades para poder cambiar, crecer, no económicamente sino por dentro. Toco muchos temas como la migración, el amor, o las drogas de las que hablo de una manera diferente. Muchos en el trap salen drogándose o hablando de manera positiva de las drogas pero nadie toca el tema de la drogadicción para que le sirva a la gente para salir de ese pozo o que no caigan en él. El que lo ha vivido de verdad no quiere decir eso, quiere transmitir otra cosa positiva para que esa gente que lo ha pasado mal no vuelva a pasar por lo mismo. En mi familia hay gente que ha muerto por la droga, y tengo a gente cercana muy metida en ese tema. Yo de niño cuando iba al colegio tenía que sortear a gente drogándose en mi portal. Se montaban sus santuarios para rezar mientras se drogaban. Esas cosas se ven desde dentro. Ves gente muy desesperada. ¿Cómo voy a hablar vacilando de drogas cuando yo he visto el mal de éstas?. Yo he trabajado en prisión en el módulo de enfermería y he cogido a amigos míos de sobredosis, llevándolos para que los traten a pique de morir. He visto cosas muy feas».

Mientra llega diciembre y con él este esperado recopilatorio Maka tiene por delante 3 festivales en Andalucía, lo que considera como una buena puerta de entrada a ese mundo, y la siempre dura tarea de cuidar su voz y es que, tal y como nos confiesa, aunque nunca ha ido al médico para que se la revise, algo que tiene pendiente, hasta la coca cola se la toma sin hielo para evitar males mayores. Suerte que tanto esfuerzo esté mereciendo la pena. Y que sea así por muchos años. ¡Larga vida a Maka!.