No es tan mala la cárcel, te dan de comer, no pagás el alquiler, jugás a las cartas… Estando presa me sentía más libre que afuera.

Damián Szifrón (Tiempo de valientes) aúna intriga, comedia y violencia en seis historias en las que experimenta con los límites de los personajes, dando lugar a una obra maestra del humor negro.

Quién no ha deseado alguna vez con decir libremente lo que piensa, descargar su ira contra su jefe o su pareja sin pensar las consecuencias. A través de esa identificación del espectador con los personajes, el director consigue meternos en el bolsillo hasta que llega ese punto de la historia en que no sabes si reír o llorar. Un buen amante del humor negro disfrutará con estas seis historias hasta límites insospechados.

Una pequeña revolución

Szifrón, guionista y director, se toma la licencia de ofrecer soluciones ficticias a lo que la realidad no nos permitiría alterando el orden social y sacando lo más despiadado y manipulador de la condición humana. Cada una de las seis historias nos muestra una frustración en ocasiones también un ego dañado o una situación injusta y juega con el personaje para que el espectador observe ese pensamiento que todos hemos tenido alguna vez de…Y si…hiciera lo primero que se pasa por la cabeza…

Una buena síntesis de estas historias que pasa por: una vulgar discusión de tráfico, encontrarse con el tipo que destruyó a tu familia, toparse con la burocracia que nos trata tan injustamente hasta: que en la celebración de tu boda descubras que tu marido ha invitado a su amante entre algunas de las perlas que nos deja.

La música corre a cargo del argentino Gustavo Santaolalla (21 gramos, On the road) de vital importancia en el filme para crear ese clima de tensión en el que no sabes por qué derrotero te llevará la historia. Las interpretaciones muy expresivas y si tengo que destacar a alguien por supuesto sería a Ricardo Darín, aunque también influye la historia que protagoniza y la empatía que se puede sentir hacia determinadas injusticias burocráticas.

En resumen, si estas pasando por un mal momento, has traído contigo alguna frustración del trabajo o necesitas descargar es una película cien por cien recomendable, ya que es muy complicado que historias que podrían parecer tan trágicas lleven al espectador al límite de la risa. Szifrón plantea su pequeña revolución y aprueba con nota.

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