Con paso firme y sin meter mucho ruido ha vuelto Fargo con su tercera temporada. La creación que nació del film de los Hermanos Coen se desprende de su legado con una trama que promete ser la mejor de las tres producidas hasta la fecha. Manteniendo intacto su toque, el showrunner de moda Noah Hawley junto a FX engrandece sus hechuras de serie de culto, aunque esto parezca lejos de importarle.

Fargo ha vuelto como el invierno, pero no como el de Juego de Tronos, que siempre se anuncia y nunca llega. El frío que trae consigo vuelve a dejarnos helados en cada capítulo, a nosotros y a todos sus personajes maldecidos de ridículas casualidades. Fargo vuelve a poner en escena a las criaturas más ingenuas y desdichadas del planeta uniendo thriller y humor negro para sacar pecho contra el batiburrillo de series de ficción y mundos apocalípticos.

Teniendo consigo el mejor arranque de temporada de su corta trayectoria, la mini-serie que consiguió arrebatar el Globo de Oro a True Detective vuelve a dejar huella en la nieve, esta vez con un gran Ewan McGregor como doble principal protagonista. Una serie donde en las interpretaciones también destaca Carrie Coon y David Thewlis, componentes de un gran teatro de marionetas sobre la America profunda y helada. El mejor ejemplo de la representación del paletismo ilustrado americano.

A pesar de todos sus descerebrados integrantes, Fargo es un drama muy inteligente. Desde el primer minuto ya juega con nosotros somentiéndonos a su  “Esto es una historia real”, aunque no solo los fundidos iniciales nos harán dudar sobre si esta insólita locura llegó a suceder de verdad. Complicándose y resolviéndose en hacer de lo simple lo anodino y de lo ingenuo algo magnifico, será ese ambiente glacial y el gusto por lo necrológico lo que hacen de Fargo una de las series referentes del panorama.

Minnesota sigue siendo el terreno de juego favorito. Tras recorrernos Bedmiji en la primera temporada y Luverne en su segunda, ahora serán los casi inhabitados St. Cloud y Eden Valley donde los hermanos Stussy tomarán protagonismo jugando ser el gato y el ratón, luchando por quién es más tonto de los dos.  Los hermanos gemelos, diferentes en poco más que en aspecto y costumbres, se verán envueltos en un lío de muertes y secuestros que como siempre en Fargo acaba salpicando a medio pueblo y parte del otro.

McGregor con su interpretación camaleónica se ajusta perfectamente a los hermanos, dos caras de la misma moneda donde uno de ellos será el millonario y conocido como Rey de los Parkings de Minnesota, y otro será la viva imagen de Trevor Philips de GTA 5, un redneck de los clásicos y tarugos que a veces tiene momentos más lucidos que su hermano el magnate. Esta temporada consigue agrupar extorsiones y parkings, putas y agentes de la condicional, defunciones y filatelia haciendo de ella una trama rocambolesca y adictiva.

Y es que esa muerte se ha convertido en un personaje más de Fargo, uno de los más esperados. Teniendo siempre en la memoria los vacilantes martillazos de Lester Nygaard en la primera temporada que iniciaron todo, Fargo ha decidido darle una vuelta de tuerca, y se ha superado. En tan sólo un capitulo ha conseguido dos tantos, a cada cual de ellos más cómico y excéntrico. Siempre es difícil apostar cuando hay pocos capítulos emitidos aún, pero hablando de Fargo y sabiendo su tendencia al in crescendo, sabemos que lo de defraudar no lo lleva en su ADN. Además ha conseguido algo que pocas series puedan reclamar y es que ya no pelea con nadie más que no sea contra él mismo. 

Fargo | Installment 3: Trapped Extended Trailer | FX

En sólo tres años de vida desde su nacimiento y veintiuno desde la película de la que se inspiró, ha conseguido sin hacer alardes promocionales ser una de las mejores series de la cartelera. Una obra maestra de la comedia negra y el thriller donde lo más miserable y trágico de la tierra se ven representado en grandes estrellas como Kirsten Dunst, Bob Odenkirk o en este caso Ewan McGregor, quienes han resuelto el debate a la hora de elegir mini-serie ganadora.

Atrás quedó el hecho de que Fargo parte de una adaptación que pertenece a un relato anterior. Ahora Fargo es más Fargo que nunca y más Coen que nadie. Los hermanos Joel y Ethan pueden estar bien orgullosos.