Te suena el nombre de Samuel Ross pero no sabes por qué, has visto ACW en algún sitio pero no sabes muy bien dónde. Lo que es seguro es que no has tenido que estar muy puesto en la moda para enterarte de que en el último año ha evolucionado a un ritmo vertiginoso y el nuevo espíritu de la calle se ha colado en las pasarelas. El Streetwear se ha convertido en el tema recurrente.

La cultura de las subculturas ha pasado de un segundo plano a ser el centro de la escena mundial, y cualquier diseñador que haya comprendido esto ahora mismo es el que marca las reglas. Samuel Ross ha escuchado a la calle, o más bien las grandes firmas le han escuchado a él – porque él siempre perteneció a la clase trabajadora -, y desde que comenzó su marca A-COLD-WALL* en 2015, ha conseguido hacerse un hueco considerable en la industria convirtiéndose en uno de los embajadores mundiales del Streetwear.

A contracorriente

Nacido fuera de la esfera londinense, Samuel Ross nunca fue el prototipo de artista que sale de la Central Saint Martins pero, desde bien pequeño, ya tenía hambre de consumismo. Y es que a los 15 años vendía falsificaciones por su barrio. Obsesionado por esta idea del producto de marca, estudió diseño gráfico en la Universidad de Montfort en Leicester y hasta llegó a ejercer la profesión. Lo que ocurría es que él quería llegar más lejos.

Virgil Abloh & Samuel Ross. Créditos: Shutterstock

Estuvo desempeñando diferentes roles en publicidad unos años hasta que consiguió trabajar junto a su hoy en día amigo Virgil Abloh en OFF-WHITE y también para Kanye West en YEEZY. Para alguien que acababa de aterrizar en este mundo, ser aceptado en la industria de la moda significó mucho, aunque el concepto que tienen de su trabajo a veces resulte simplista y encasillado.

Desde que comenzó su sello con tan solo 25 años, en apenas cuatro Ross se ha hecho un nombre por sí mismo como una figura a tener en cuenta en la escena de ropa masculina, ganando un Premio de Moda del British Fashion Council a Emerging Menswear Designer en 2018, y consiguiendo una nominación para los premios LVMH y los ANDAM del mismo año. Con unos ingresos de 1.7 millones de dólares entre 2016 y 2017, y almacenistas que incluyen Ssense, Barneys New York o Dover Street Market, la marca se ha vuelto un éxito.

El diseñador también ha sacado dos proyectos con Oakley y ha lanzado una serie de colecciones en colaboración con Nike desde 2017 que le han otorgado reconocimiento global. Una de las obsesiones de este diseñador que se ha podido ver en ACW*x Nike es el proceso de envejecimiento de la ropa, una evolución que quiere que viva desde dentro el consumidor. En las Nike Zoom Vomero +5, Ross elimina los recubrimientos de PU para acelerar su transformación.

Su trabajo fluctúa entre la arquitectura, el diseño y la moda. Se inspira en la working class de la que procede para elaborar sus diseños, los desfiles son performances y las prendas son armas cargadas de sentido comunicativo para el que las consume. Su trabajo, lejos de ser narcisista es, más bien, un diálogo entre el producto y el consumidor que va evolucionando con el paso del tiempo. Se trata de un discurso que replantea el negocio de la moda y sirve para cambiar el futuro. Un futuro cada vez más sostenible en el que entre todo el mundo.

Accesibilidad y amplitud de miras

Samuel Ross ha alegado en varias entrevistas que no le gusta mucho la palabra Streetwear porque lejos de ensalzar su trabajo lo que ha hecho es aumentar esa división entre lo que pertenece a la calle y lo que es propio de la alta costura. Aún así, de una manera u otra, el diseñador está ligado a la misma y ha visto de una forma positiva que las grandes firmas estén adoptando este concepto en sus colecciones. Un paso inevitable en la evolución de la industria textil para que se empiece a hacer efectiva una democratización, quizás utópica, del producto.

Emerging Menswear Designer.

Siguiendo esta filosofía del diseño democrático, el año pasado Ross sacó la primera colección de POLYTHENE* Optics. Esta diversificación es más penetrante que ACW*, una apuesta más delicada y sobria, aunque la principal diferencia entre las dos es el precio. POLYTHENE* Optics se creó precisamente para que cualquier persona amante del Streetwear se pudiera permitir comprarse una pieza de diseñador.

Samuel Ross con su trabajo no pretende cumplir con las expectativas de lo que se lleva o es trendy, si no que quiere que sus creaciones envejezcan de una manera atractiva para el consumidor. Y eso solo se consigue con un producto inteligente. Con esto no quiere decir que el item en cuestión tenga hype, sino que se trate de algo que la gente verdaderamente quiera a la hora de comprarlo.