Teniendo un nexo común tan relevante como es la figura de Virgil Abloh en la dirección creativa de ambas marcas, la relación entre Off-White y Louis Vuitton se estrecha al haber adquirido esta última un 60% de la marca que reina actualmente en el streetwear.

El grupo LMVH se establece así como dueña, al poseer más del 50% de Off-White, dejando el cuarenta restante a Virgil.  Una unión con sabor a fusión, ya que el estilo del diseñador en las dos marcas es en muchas ocasiones idéntico, utilizándolas a su criterio para promocionar sus diferentes creaciones y novedades.

Entendida actualmente Off-White como marca a medio camino del streetwear y el lujo, esta incursión empresarial tiene puesta la mirada en un futuro donde los objetivos son mucho más amplios y abiertos que los actuales.

Una de las opciones que se barajan es ampliar sus catálogos, así como su tipología de productos: «LVMH nos da el poder y la dimensión para acelerar nuestro impulso y hacer de Off-White una verdadera marca de lujo con múltiples categorías y productos», comenta Virgil.

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