Fotografía: JEOSM

Natos y Waor han llenado las mejores salas por todo el territorio nacional, repitiendo fechas y colgando el cartel de sold out en diferentes ciudades. El público lo tiene claro: quieren al duo madrileño. En esta gira han llegado mucho más lejos de lo que jamás habrían pensado, llenando el 95% de las salas en las que han actuado y triunfando en todos los festivales. Waor lo deja claro: “Esta gira ha sido una puta pasada”. Los raperos madrileños llevan ya cuatro años viajando sin interrupción por todo el país consagrándose definitiva y rotundamente en la escena del Hip Hop.

A finales del pasado año, anunciaron un parón respecto a dar conciertos en la península para poder centrarse en la creación y grabación del siguiente disco y para dar el salto a Latinoamérica y Europa. Este año van a tocar en Argentina, Chile, México y puede que en algún otro país latinoamericano. Todavía no tienen fecha para el nuevo trabajo, pero como han ido haciendo paralelamente hasta ahora, seguirán sacando volúmenes de «Barras Bravas» en su canal de YouTube. Está claro que estos dos no paran, y aunque aquí no van a dar conciertos -excepto en el festival Al Rumbo en el que son cabeza de cartel dentro de la sección de rap- sí que tienen una fecha cerrada en Londres para octubre.

El pasado año fue de Natos y Waor. No han parado de trabajar y de demostrar que son uno de los mayores exponentes del rap nacional. Además, para finalizar el año sacaron «Hijos de la Ruina Vol. 2» con Recycled J. La amistad que les une y la admiración mutua les hizo querer volver a juntarse para ver qué salía de ahí. «No queríamos ponernos todavía con el disco nuevo y pensamos que un proyecto con Jorge le aportaría frescura al asunto, aparte de que desde que hicimos el primer volumen nos habíamos quedado con ganas de hacer otra vaina juntos», apuntaba Natos. ¿Y qué es lo que salió de este reencuentro? Un trabajo de seis cortes, tres videoclips y casi diez millones de reproducciones en YouTube.

Un año, desde luego, lleno de cosas buenas para Fernando y Gonzalo, que se quedan sobre todo con la respuesta del público en la gira. «Rock’n’Roll y éxito», esas son las dos palabras que mejor definen este año apoteósico para ellos. Y una de las claves para haber llegado hasta aquí son sus directos. Cualquiera que haya estado en un concierto de Natos y Waor sabrá la energía que se vive, la intensidad, todo el sudor que se dejan encima del escenario. Ellos tienen clara cuál es la llave para funcionar así en directo, y, aunque parezca mentira, no tiene nada que ver con ensayárselo mucho. Natos, por su parte, afirma: «La verdad que ensayamos una sola vez cada gira, antes del primer concierto. Con los años hemos llegado a conocernos tan bien que sabemos cuando el otro no llega a una frase con una mirada». En relación a esto, Waor incide: «Incluso cuando incorporamos canciones nuevas al directo sobre la marcha, sin ensayarlas, sabemos a qué palabra no llega el otro y dónde tenemos que apoyarle para que quede todo perfecto. Nuestros ensayos son los propios conciertos».

Después de tantas ciudades, tantos conciertos y tantos kilómetros a sus espaldas, está claro que Fernando y Gonzalo no paran, pero ¿cómo ha sido todo su recorrido hasta llegar a donde están? “El éxito se debe a ser nosotros mismos. Al amor que le ponemos, la constancia y cierto talento, supongo”, confirma Waor. Pero cuando empezaron no pensaban que algún día podrían llegar a vivir del rap, no veían factible esa forma de vida. Lo hacían porque era lo que realmente les movía por dentro, y cuando vieron que podían sacar algo de todo aquello fue una sorpresa. «Tardamos un poco en darnos cuenta de que podíamos vivir de esto. Hasta que nos enteramos de todo lo que generábamos hubo algunos promotores que se aprovecharon de nuestra ignorancia. Pero hemos aprendido mucho desde entonces», continuaba Waor.

Fotografía: JEOSM

Natos lo tiene claro: «Estoy seguro de que les interesamos más nosotros a los sellos que viceversa. Aún así, si en algún momento de nuestra carrera llega alguna propuesta que nos convenza, no tendría problema en llegar a un acuerdo con una discográfica, siempre y cuando sea en nuestras condiciones». Eso parece un punto clave, puesto que, en general, los sellos discográficos han sido creados para su propio beneficio y ánimo de lucro, no para ponerse del lado del artista. Waor explica que tienen colegas que han firmado con sellos y que al final dan más problemas que otra cosa. Velan por sus propios intereses, no por los de los músicos.

Natos, en referencia a cómo es el público del grupo, apuntaba lo siguiente: “Que nuestro público sea joven supongo que tiene que ver con que el rap en España también lo es. Pero esto va a cambiar. Hoy en día diría que es la música más escuchada por los chavales, lo que hará que en un futuro los mayores formen una parte más significativa del público”. Waor comparte lo que dice Natos, pero añade que quizá los más jóvenes son los que más se hacen ver. Es decir, los más chavales son los que están en las primeras filas de los conciertos, los que comentan en las redes sociales o los que se compran sus sudaderas, pero en realidad hay mucho público de a partir de treinta años que es menos visible, pero muy fan de ellos y del rap en general.

Respecto a la proporción de chicos y chicas entre el público de rap, la balanza se está equilibrando. Natos comenta que entre el público ya se nota un aumento importante de chicas: “Hace cinco años los conciertos de rap eran plantaciones de nabos y hoy en día son mixtos, al menos los nuestros”. Lo mismo pasará, opinan, con las mujeres dentro del género. Aunque entre los artistas todavía se nota una diferencia importante. “Quizá antes había una falta de iniciativa por parte de las mujeres. Pero cada vez están saliendo más y de mayor calidad, y me parece cojonudo. Enriquece mucho el panorama musical», concluye Waor.

Más allá del eterno debate de la presencia femenina en el rap, creen que la escena nacional está mejorando mucho y que van por buen camino, aunque ellos particularmente no sean fervientes consumidores del rap nacional. Natos tiene una opinión muy clara: «La escena nacional está mejorando mucho, hay chavales haciendo cosas guapas, pero no soy consumidor de rap español, al menos por placer. Sí que me chequeo casi todo lo que sale pero por curiosidad, luego en el coche llevo de todo menos eso».  Lo que sí tienen claro es una cosa: cada vez hay más nivel en las producciones nacionales: «Hay unos cuantos productores con una identidad muy marcada y de gran calidad», remarca Waor, mientras que Natos vuelve a insistir: “Pienso que el nivel de los productores en España es más alto que el de los raperos. Últimamente están saliendo un montón de jóvenes con mucho talento».

Libres y ellos mismos de principio a fin, sin filtros ni complejos de ningún tipo, Natos y Waor han llegado hasta donde están haciendo lo que quieren y como quieren hacerlo. Escriben muy explícito, y a veces escupen mucha rabia y dolor, pero no les preocupa qué pueda pensar su gente más allegada, lo hacen así porque lo sienten así, esa es su realidad y así la plasman. Sobre este tema, Natos nos comentó: «A la hora de crear no puedo tener en cuenta qué va a pensar cada una de las personas que conozco o me importan, tengo que ser libre. Mi gente cercana sabe cómo soy, no se van a asustar por lo que puedan oír en una canción. De hecho, mis padres son bastante fans. Fuera de las canciones también soy un tío directo y sincero, de coger al toro por los cuernos». No le dan demasiadas vueltas a lo que la gente puede pensar, ya sea cercana o no. La música es para entretener, para emocionar, no trata de educar, y ellos escriben sobre lo que quieren escribir sin dejarse influenciar por nada ni por nadie. Tienen personalidad y las cosas claras, y cuando escuchas sus letras se puede palpar la actitud y la visión que defienden.

Auténticos, puros y reales, confiesan que el recorrido no se les ha hecho difícil y que han disfrutado tanto de los triunfos como de los momentos duros. «Difícil es levantarte a las siete de la mañana para aguantar al imbécil de tu jefe por mil putos euros si llega. Eso es difícil. Nosotros somos unos privilegiados», insiste Waor. Y sí que lo son. Viven de lo que es su pasión, cosa que no todo el mundo tiene suerte de poder hacer, y menos en un país y en un género musical que pone las cosas bastante complicadas. Ellos lo han hecho, y pueden decir orgullosos que pueden vivir del rap. Pero es algo más que eso. Para Natos es su pasión, su motor: “Mi estilo de vida está unido al rap, sin él sería otro.” Un camino bonito, lleno de logros y de éxitos, donde la amistad y el amor al rap prevalecen por encima de todo. Kilómetros, conciertos, canciones, personas… miles de historias vividas y mucho, mucho rap. Y una filosofía en la que lo resumen todo: échale pelotas, carretera y manta.